Convivencia nazarena en la Isla del Zújar

El pasado 8 de julio, los componentes de la Banda de cornetas y tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno tuvieron un día de convivencia en la isla del Zújar, en el pantano del mismo nombre. Desde el principio, y desde la dirección, se ha apostado por la hermandad y la unidad de sus componentes como herramienta fundamental para el avance no sólo musical, sino social y humano del colectivo.

Componentes, familiares y amigos en la convivencia.
El pasado 8 de julio, los componentes de la Banda de cornetas y tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno tuvieron un día de convivencia en la isla del zujar, en el pantano del mismo nombre. Desde el principio, la dirección ha apostado por la hermandad y unidad de sus componentes como herramienta fundamental para el avance no solo musical, sino social y humano del colectivo.

Somos conscientes que pertenecemos a una hermandad, y como bien nos recalcó nuestro capellán Nico Silos Montero en la pasada Semana Cofrade, una hermandad debe mantenerse viva y latente durante todo el año, girando todas sus actividades en torno a la caridad al necesitado, al culto a nuestros Titulares y al propio fomento de la confraternización entre hermanos. Aunque seamos un grupo dentro de la propia hermandad, no dejamos de renunciar a estas prácticas que a buen seguro sólo traerán frutos positivos para el colectivo.

El día fue completo, lleno de anécdotas, digno de ser repetido a lo largo de este verano. Esperamos que la ilusión impere en el futro de la corporación y sus componentes como ocurre en días como este, ya que en el próximo curso, desde la dirección se quiere apostar por unos proyectos de envergadura notable, muy ambiciosos, que requerirán no solo el apoyo humano de los componentes, sino de todo el colectivo social que gira en torno a la banda.

Sin más, agradecer a todos los componentes que asistieron el magnífico día que vivimos.

Angel, Juanjo y Mario, momentos
previos al baño.
Foto de grupo con Alonso el
director.

Monaguillo, iniciando su ajetreada
jornada de pesca.
Los más pequeños disfrutaron
con el agua desde el inicio del día.


Miguel y su yate en compañía de
Rubén, Monaguillo y Juanjo.
Maruja Nieto, preparando la
exquisita caldereta.