Llegó septiembre, y con él, la vuelta a la rutina (bendita rutina) de los ensayos, quehaceres varios en la banda. Volvemos con las pilas cargadas, con la ilusión renovada y con la fe de intentar superar lo superado en nuestro curso pasado. No es una tarea fácil, pero a buen seguro, con constancia y dedicación iremos fortaleciendo nuestras bases como grupo humano y como colectivo musical en Villanueva de la Serena.
Hoy, escribimos el prólogo de este curso cofrade. Un curso cofrade en el que desarrollaremos numerosos y no menos ambiciosos proyectos. Seguiremos con la tarea de ampliar nuestro repertorio musical, organizaremos las actividades fijas de todos los años (conciertos, operación carretilla, venta de recuerdos en el mercadillo), pero se innovarán en otras.
No solo miramos hacia adelante, miramos también un pasado que nos puede servir para asentar nuestro camino. Esta filosofía del afán de superación, nos digna a mencionar al siempre recordado don Manuel Sanchez Gálvez, Hermano Mayor honorario de la Hdad. del Santo Entierro de Villanueva de la Serena.
Hoy, un año ha pasado ya desde que este hombre, luchador en su actitud y respetable en su aptitud, nos inculcó que el conformismo no es señal identidad en un colectivo como las hermandades y cofradías. Los días de trabajo, las desilusiones y otros baches, no eran motivo de abandono. El camino fue, es y será bastante largo y sombrío, pero nadie dijo que fuese nada fácil.
Como colectivo cristiano, hemos recordado la persona de Manolo un minuto de silencio y una oración en su memoria. Quizás no sea un detalle grandilocuente, pero sí nos ayuda a recapacitar sobre el espíritu de lucha, paciencia y valentía que tanto practicó él, y que tan difícilmente practicamos nosotros. Vaya desde este humilde grupo un abrazo a su familia.
Inauguramos nuestro guión de actuaciones. Nuestra Sra. de Guadalupe de la Parroquia de la Santa Cruz, debido a su honomástica, procesionará por las calles del barrio para asentar la extensa devoción que Villanueva profesa a nuestra Patrona extremeña.
Esperamos que este blog siga siendo reflejo de vida y el entusiasmo de cuarenta y cinco chavales -y no tan chavales- en pro de una recompensa que a buen seguro será de orgullo propio. Gracias a nuestros componentes, a los padres y amigos, y a todos los colectivos e instituciones que hacen posible que esta humilde banda siga escribiendo su historia en mayúsculas.