Creo que sería incomprensible entonar estas palabras en melancolía literiaria. Un recuerdo para don José Diestro, o mejor dicho Pepe Diestro, debe consistir en tener presente en nuestra conciencia el vivo recuerdo de una persona alegre, divertida, respetable y respetada, recordando vivencias con su compañía donde siempre el buen humor y la gracia estaban presentes. Su comportamiento hacía muy grata, y sobre todo, necesaria su presencia. Su forma de ser ha permitido que su historia esté hoy escrita en letras mayúsculas y sea compartida para con sus amigos, que no son pocos, y que a su vez, podemos considerarnos unos auténticos privilegiados de pertenecer a dicho colectivo.
De Pepe se podía decir mucho, pero su esencia radicaba en su labor constante al prójimo. Un hombre cuyo corazón latía al ritmo que la hermandad ponía. De sangre morada, con Nuestro Padre Jesús Nazareno siempre como principio y fin. Una persona entregada por y para su hermandad, haciendo de las tareas una virtud de ayuda al colectivo, pero siempre con su afán de no reclamar protagonisto, de actuar en un segundo plano, de intentar que su esfuerzo se tradujera en ayuda anónima.
Pocas palabras más hacen falta para seguir definiéndole, a parte de ser una tarea innecesaria. Para mayor gloria de todos, Pepe sigue viviendo en nuestra Hermandad a modo de recuerdo de aquellas y numerosas historias que protagonizó. Solo pedir a Nuestro Padre Jesús Nazareno y a Nuestra bendita Madre del Calvario que su alma desacanse en la misma Gloria, pues ha sabido servir y vivir como buen cristiano.
Sin más... que esta Semana Santa notemos tu presencia tras nuestro Nazareno como siempre lo has hecho. Por nuestra parte, oraremos con nuestra música por tu alma y por tu familia, para que tu figura permanezca como un vivo recuerdo en nuestra Hermandad, tu Hermandad.
Tu banda de CC.TT de Nuestro Padre Jesús Nazareno